¿QUÉ PAPEL DESEMPEÑA EL TERAPEUTA Y CUÁN IMPORTANTE ES??










         El entrevistador debe ser ante todo honesto y coherente con la ética de su profesión, con el marco teórico con el que se maneja con sus pacientes, y esto debe verse reflejado en el respeto y las normas de confidencialidad que se mantienen con el entrevistado. A la hora de entrevistar a niños/as víctimas de abusos sexuales es muy importante aclararles de entrada el tema la salud mental. Además de eso, mediante diferentes habilidades es indispensable poder crear con el niño un ambiente de confianza para que ellos se animen a confiar en nosotros. Por otro lado, es importante evitar hacer promesas para que ellos no sientan que son traicionados tal como tantas veces ellos fueron traicionados.  



  • Trabajo en el que se requiere de muchísima vocación, compromiso y de un entrenamiento profesional de excelencia.

  • El haber recibido entrenamiento en la perspectiva de género.

  • Sentir comodidad al tratar aspectos de la socialización y discriminación. 

  • Se debe contar con un inmenso sentido común.

  • Aceptar que nuestros valores y normas pueden ser comunicados a las clientas.

  • Haber trabajado el tema del poder.
  • Saber lidiar con el dolor del paciente.

  • Conocer los límites y reglas que protegen a las sobrevivientes.

  • Aceptar que el incesto y el abuso sexual contra las niñas y los niños son un delito.

  • Reconocer que la terapia de familia o de pareja no es un enfoque apropiado cuando se está en fases iniciales.

  • Admitir que en realidad si se puede llegar a trabajar en grupo y que esto causa gran beneficio a los pacientes.





Además de lo anterior se requiere de habilidades personales: 
Se debe poseer una serie de habilidades y capacidades no solo en el área profesional sino también en nuestra vida personal como terapeutas.

o   Admirar a los niños: Debido a que si no admiramos a los niños en general, y especialmente al que nos está pidiendo ayuda, es imposible siquiera comenzar a trabajar con él. Es importante mencionar que para poder trabajar con ellos y ayudarlos es necesario trabajar desde la resiliencia y desde una motivación de vida y no desde el trauma o abuso sexual. Por lo que se requiere de nuestra capacidad para poder enseñarles las virtudes que ellos tienen y aún más de su capacidad de supervivencia y heroicismo. 


o   Capacidad de asombro: Nunca debemos perder nuestra capacidad de asombro frente a nuestro paciente. Para poder lograrlo, nuestra actitud frente a los niños deberían ser como la de alguien alejado de los paradigmas teóricos, sin tener todas esas expectativas clínicas y sin presiones. Así, nuestra mirada podrá limpiarse lo suficiente como para asombrarse de los prejuicios y ser entonces, capaces de reflejar y/o descubrir aquello que jamás se hubiera esperado. 

o   Capacidad para relacionarse con los niños: Para poder tener un mejor desenvolvimiento se recomiendan cursos y entrenamientos para trabajar con niños, pero además de esto, el requisito fundamental para trabajar con niños es tener ese don innato para relacionarnos y comunicarnos con ellos, esa capacidad de salir de la comodidad del escritorio o divan y poder tirarte al suelo a pintar, jugar, saltar y bailar, sin que implique dejar el rol de terapeuta de saber poner límites. Sin ese don, ellos notarán cierta artificialidad en nuestra conducta como terapeuta y terminarán por desconfiar de nosotros. 

o   Autenticidad y congruencia: Como terapeutas que tratan niños con este tipo de traumas, deben saber que se utilizan diversas técnicas que ayudarán a orientar al niño a las metas planteadas, por lo que se debe amar comprar y coleccionar juguetes, así com también disfrutar jugar con nuestros paciente.Por lo que si existe alguna incongruencia en las sesiones como una escasa variedad de juguetes o la falta de alegría del terapeuta podrían causar disconformidad y apatía por parte de nuestro paciente. 

o  Empatía: Es una habilidad fundamental que debemos tener como terapeutas, capacidad de lograr empatía con nuestros pacientes, el saber ponernos en su lugar, y así, pudiendo sentir lo que ellos sienten con el objetivo de entenderlos y conocerlos de manera más profunda. 



o   Calidez: Como terapeuta es indispensable poder esmerarnos en transmitir cariño, como el uso de voz, miradas suaves, abrazos contenedores al recibirlos o despedirlos del consultorio y hablándoles pacientemente. Evitando los regaños o palabras duras y directas. 

o  Sentido del humor: Es esa capacidad de no tener miedo al hacer el ridículo, saber ensuciarnos , saber reírnos de nosotros mismos. El humor ayuda al niño a alejarse del trauma y que se observe en perspectiva de tercera persona, por lo que se considera una herramienta eficaz para tratar con niños. 

o   Sencillez: A la hora de entrevistar a víctimas de abusos sexuales debemos evitar expresamos con un lenguaje demasiado científico y rebuscado, ya que nos daremos cuenta de que, por más inteligentes que sean, muy pronto ya no serán capaces de entender aquello que les estamos diciendo debido a que sus psiquismos están bajo el efecto postraumático.

o  Alegría: Mantener una actitud alegre y positiva favorece a que el entrevistado se relaje y deje a un lado sus temores persecutorios y expectativas negativas respecto de lo que ocurrirá en la entrevista. Debemos evitar expresamos de manera formal y seria ya que estas expresiones están asociadas a estados negativos que no hacen otra cosa que recordarles consciente o inconscientemente a su abusador y a situaciones que lo frustraron en la vida.

o   Contención: Brindar contención emocional a una persona que sabemos ha atravesado por un trauma o por una situación de estrés es de suma importancia en el ámbito de una entrevista. Contener a alguien no significa darle consejos ni invadir con preguntas sino, por el contrario, es resonar emocionalmente con ella haciéndole saber que, aunque no podamos hacer nada para cambiar su historia, estamos allí interesados en escuchar a ese ser único e irrepetible que como ser humano es y será en toda la historia de la humanidad.

o   Empoderar: Normalmente, los niños/as víctimas de abusos sexuales llegan a su primera entrevista con una baja autoestima y un sentimiento de sí mismos tan empobrecido que los hace sentir muy inferiores respecto a su entrevistador. Por esta razón, si queremos establecer un clima de rapport y de confianza con ellos como para que se animen a confiarnos sus secretos, el primer requisito será empoderarlos; esto es, realzar sus cualidades positivas como para que, de esta manera, su auto desvalorización pueda ir disminuyendo al punto tal de que cobren fuerzas y lleguen a animarse a hablar acerca de aquel o aquellos que les hicieron daño.









REFERENCIAS:
  • Batres, Gioconda (2000). Del Ultraje a la Esperanza. Tratamiento de las Secuelas del Incesto. ILANUD. San José, Costa Rica. 




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